lunes, 15 de octubre de 2012

SANACIÓN CON FLORES DE BACH, MÁS ALLÁ DE LO FÍSICO


El otro día comiendo en casa de unos amigos me comentaba uno de ellos sobre un artículo que había leído sobre flores de Bach y Homeopatía, y que  supuestamente, ninguna de las dos formas de terapia han sido capaces de demostrar por medios objetivos una efectividad específica, es decir, mayor que la del efecto placebo, y que  por ello no se puede considerar una forma de terapia basada en evidencias.
Después de esta conversación sentí la necesidad de escribir sobre el tema nutriéndome de diferentes fuentes, y que  pudiera arrojar algo de luz a la supuesta controversia sobre su efectividad.
Tanto la homeopatía como las flores de Bach, prima hermana de esta, son tratamientos de medicina holísitca que basan su efectividad en su actuación  sobre cuerpos más sutiles del organismo, el cuerpo etérico o astral, por lo que no poseen componentes químicos activos con acción fisiológica o biológica.

Mientras que las flores o esencias florales de Bach es una solución hidroalcolhólica diluida en proporción 1:144 (jugo de flores/brandy), los remedios homeopáticos se preparan diluyendo progresivamente una sustancia y sacudiendo repetidas veces la disolución. Tras las sucesivas diluciones solo quedan presentes cantidades extremadamente bajas de principio activo, e incluso el número de diluciones puede alcanzar tal grado que no quede ni una molécula de la sustancia original.
 El doctor Bach basa sus esencias florales en  su experiencia clínica, incluida en hospital homeopático de Londrés, los fundamentos hipocráticos de la escuela médica clásica y por la lectura de Paracelso (1493-1541), y del místico alemán Rudolf Steiner , fundador de la medicina antropofósica, y en varias filosofías orientales.

Si bien es cierto que no hay ensayos clínicos que avalen de una forma determinante su efectividad, decir que estos son escaso y cuestionables en cuanto a la metodología en relación con las particularidades de este tratamiento.

Para entender esta modalidad terapéutica hemos de tener en cuenta nuestra compresión de la realidad occidental mecanicista y las dificultades para entender la realidad más allá de los sentidos, y la simpleza de no dar por válido aquello que no se pueda demostrar en el laboratorio o con algún tipo de experimento o ensayo. Hacer esto sería limitar la realidad a lo que se puede percibir por los sentidos e ignorar toda la realidad más allá de estos, obviando un  universo infinitamente rico e interconectado de todo con todo lo demás. O acaso, ¿se podría explicar en un laboratorio estados de amplitud de consciencia, de gozo, de inmensidad y grandeza o estadios de Amor, intuiciones o premoniciones que sobrepasan cualquier explicación?

Según ciencias milenarias orientales y filosofías ocultistas  el cuerpo humano está dividido en varios planos, así los tres primeros son el físico, el emocional o astral,  y el mental, habiendo otros cuatro más superiores, y  cada uno de estos se subdivide en otros tantos. Así en el plano físico tenemos un cuerpo etérico o energético, contraparte de este, que lo rodea y lo interpreneta, siendo por el que circula la energía vital o prana. En la existencia de este plano etérico y su red de canales y nadis, está basado todo el constructo de la acupuntura, y que nadie se atrevería a cuestionar.

Este cuerpo etérico constituye parte del aura, de semejanza al cuerpo físico pero luminoso y transparte,  habiendo ya estudios científicos y aparatos que permiten visualizarlo y que avalan su existencia. Así como personas clarividentes con la capacidad de verlo.

Todos estos cuerpos están conectados entre sí, influyendo uno sobre el otro, y controlando el superior al inferior, así un equilibrado del cuerpo etérico mejorará el estado del cuerpo físico en general, o bien una mejoría del estado emocional puede curar dolencias físicas, siendo estas la mayoría de veces somatizaciones del subconsciente no aceptado o reprimido, y  que aflora al cuerpo físico en forma de enfermedad.

Basándonos en estos principios de anatomía oculta será mucho más efectivo  incidir sobre planos superiores del cuerpo humano no sólo para mejorar enfermedades físicas sino para mejorar estados emocionales.

Podemos explicar la efectividad de las esencias florales en cuanto a la interacción del campo vibracional de determinadas flores con el campo vibracional (etérico-emocional) del enfermo.
Del mismo que se puede explicar la interacción entre cuerpo etéricos o astrales, o acaso no nos influye emocionalmente de distinta manera estar cerca de determinadas personas, o quien no ha tenido experiencias de leer el pensamiento de alguien de manera precisa, debido a la comunicación de planos mentales de personas, y lo que podría llamarse formas de telepatía. Acaso ¿no estamos hablando de formas más sutiles y superioras de sanación y de comunicación, que con el desarrollo de nuestros vehículos corporales lleguemos a ejercer cada vez en mayor grado?

En cualquier caso para los que necesiten datos, las terapias florales del Dr. Bach se aplica desde hace más de 70 años, existe mucha experiencia en su uso  y testimonios de resultados satisfactorios. En 1983 la OMS recomendó a todos los estados miembros la utilización de dicha terapia en los sistemas de salud, aunque su implementación y aplicación como terapia generalmente no están reconocidas oficialmente por los sistemas sanitarios estatales, y menos aún reglamentadas legalmente (excepto en Chile y Cuba).

Los remedios de Bach se pueden aplicar en casi todas las circunstancias, de manera compatible con todos los tratamientos, con todos los medicamentos y sin ningún efecto secundario.

En cualquier caso la mayor evidencia es la que cada uno pueda comprobar con su experiencia personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario