miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA LECHE Y SUS EFECTOS ADVERSOS MÁS ALLÁ DE LA LACTANCIA.


Texto extraído del libro: “El poder curativo de los alimentos” de Anne Marie Colbin

Un recién  nacido que bebe leche de su madre recibe el alimento perfecto, hecho a medida para satisfacer sus necesidades hasta el momento en el que el pequeño pueda comenzar a comer lo que comen los adultos. La leche es copiosamente nutritiva, tranquilizadora para el ánimo y portadora de calor vital que permitirá al niño desarrollar su capacidad de amor y cariño.



Pero ¿qué ocurre cuando el ser humano bebe la leche de otro animal? ¿Y cuándo esa leche, además, está sujeta a diversos procesos que alteran su estado natural? Puede que la leche fresca y cruda de vaca, cabra, oveja, camella, yak y otros animales similares tenga muchos alimentos y cualidades nutritivos, pero su composición química difiere de la leche humana, y carece del campo energético humana, de la cualidad del humano. Cuando esta leche es a su vez pasteurizada y homogeneizada, y cuando se le añaden vitaminas sintéticas, puede ser cierto decir que es una sustancia totalmente diferente de la que va directamente del pezón de la madre a la boca de su hijo.

Comparemos la composición de la leche de vaca y la leche materna:
-         - La proporción calcio-fósforo en la leche humana es de 2,35:1 pero en la de vaca es sólo 1,27:1.Esta proporción diferente origina una menor absorción del calcio de la leche de vaca, ya que la mayor cantidad de fósforo combina con el calcio en tubo digestivo e impide la absorción del calcio.
-             - Los hidratos de carbono presentes en la leche humana casi doblan en cantidad a los que se encuentran en la leche de vaca, 9 gr contra 4,9 gr. Esto podría explicar el deseo de dulces cuando se consume leche de vaca.
-            -  La leche humana sólo contiene 16 mg de sodio, contra los 50 mg de la leche de vaca.
-            - La leche de vaca tiene tres veces más de proteínas y casi cuatro veces más de calcio que la leche humana.

De acuerdo con nuestro modelo de sistemas u organismos, más no es siempre mejor, y demasiado de algo puede crear tantos problemas como demasiado poco, desequilibrando el sistema. Es inevitable que cuando hay una cantidad desproporcionada de estos alimentos en el exceso hay un exceso de material de desecho.


¿Cuáles son los efectos de este exceso?

Según las medicinas ayurvédica y china, la materia del cuerpo no utilizada se convierte en moco o pus, el medio perfecto de cultivo para las bacterias. Así pues, los productos lácteos son un terreno abonado para el cultivo de infecciones.

La plaga de problemas corrientes de construcción y excreción que nos asola hoy en día (asma, alergias, faringitis estreptocócica, meningitis, infecciones de oídos, acné, sobrepeso) pueden considerarse pruebas de que nuestros órganos excretores no funcionan bien.

La adición de vitamina D sintética a la leche de vaca parece ser también causa de bastantes problemas. Introducida con la mejor, de las intenciones, para impedir el raquitismo en los niños, esta vitamina favorece el depósito de calcio en el cuerpo.

En muchos casos, el exceso de calcio de la leche de vaca, cuando los sistemas de drenaje como son los riñones no funcionan al 100 % puede formar cálculos renales. También puede formar depósitos en diversas zonas de los órganos reproductores de la mujer, endureciéndose a veces y formando quistes.
El consumo de productos lácteos (leche, queso, yogur, helado) parece estar fuertemente ligado a diversos trastornos del sistema reproductor de la mujer, entre ellos, tumores y quistes ováricos, secreciones e infecciones vaginales.
(En el libro aparecen ejemplos de pacientes a los que les remite casi por completo las afecciones tras retirarse el consumo de leche, y  referidos por diversos médicos)

Por otra parte, la nata podría colaborar en la asimilación del calcio de la leche, de ahí se sigue que la leche descremada podría generar una carencia relativa de calcio, aún ante el aparente exceso de calcio de la leche de vaca. Además, debido a que la nata contiene una enzima desintegradora de las proteínas (XO), al quitarle esa grasa podríamos hacer que la proteína de la leche fuera más difícil de digerir.

Los profesionales de la salud se han fijado que muchas personas tienen reacciones agudas frente a la leche, entre las que se encuentran, calambres, hinchazón, gases intestinales, y diarrea. Estos síntomas se deben a la falta de lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa. Este trastorno se llama a la intolerancia a la lactosa. Esto suena a enfermedad, de manera que las personas a las que se les diagnostica creen que algo les funciona mal. Pues no funciona nada mal. Una vez destetados, todos los mamíferos normales dejan de producir las enzimas que necesitaban para digerir su alimento de bebés.

En cuanto a quesos y yogures, y leches fermentadas, como el kéfir y el suero de leche, son fáciles de digerir porqué la lactosa se ha descompuesto por el proceso de fermentación, y son un placer para el paladar, por lo que en pequeñas cantidades no han de ser especialmente perjudiciales.
La leche fresca, cruda y sin pasteurizar de vacas o cabras sanas, consumida en pequeñas cantidades, es un buen alimento para los niños pequeños. De hecho, cuando es imposible darle el pecho al bebé, la leche de cabra cruda es la opción siguiente a la leche materna. Si bien sus valores nutritivos son similares a los de la leche de la vaca, al parecer provoca menos reacciones alérgicas y no ha sido homogenizada ni fortalecida.


La pregunta que vendría a continuación sería, ¿y de dónde voy a sacar el calcio?

Hay muchos alimentos que contienen calcio en una forma natural y fácil de asimilar. Estos son:
-        -   Las legumbres y los frutos secos
-        -   Las verduras, sobretodo el brócoli, las coles, los nabos, el perejil, los berros y el diente de león
-         -  Las semillas de sésamo y la salsa hecha con ellas (tahine)
-         -  El salmón y las sardinas enlatadas con sus respectivas espinas.
-          - Las sopas preparadas con uno o más huesos (de pescado, ave o vacuno), y con una cucharada de vinagre de vino (que extrae el calcio y lo deja en el caldo).
-      - alguna frutas como uvas pasas o higos.

Algunos alimentos con su proporción en calcio:

ALIMENTO                                                            MILIGRAMOS DE CALCIO POR 100 GR.
Leche humana                                                                                 33
Leche de vaca                                                                               118
Sárdinas en lata                                                                      300-437
Acelgas cocidas                                                                               73
Brocoli                                                                                          130
Coles                                                                                            187
Perejil                                                                                           203
Sésamo                                                                                     1.160
Almendras                                                                                   254
Cacahuetes tostados                                                                      74
Alga Wakame                                                                           1.300
Alga Agar-agar                                                                            296