martes, 26 de enero de 2021

LOCALIZA TU ÚTERO

Como mujer tienes el derecho a saber dónde se encuentra tu útero, para poder percirbirlo, acariciarlo, masajearlo, relajarlo, darle calor, protegerlo. Es una de las partes más importante de tu cuerpo y no debes ignorar dónde se encuentra localizarlo, como así también, en el caso de haber sufrido su extirpación, por más que ya no se encuentre allí como órgano físico, ese espacio corporal sigue conservando su energía y poder femenino. 





Para ello te enseñaré un sencillo ejercicio que te permitirá conectar con él de una manera rápida y placentera. Realizalo con frecuencia ya que de esta forma comenzarás a incorporar su presencia y su estar dentro de ti.

1.- Recuestate y cierra los ojos.

2.- Comienza a prestar atención a tu respiración. Respira lento y suave, observa como inhalas y exhalas a tu propio ritmo.

3.- Sin apuro y con total placidez, ve relajándote cada vez más.

4.- Cuando te sientas lo suficientemente relajada, tienes que unir los dedos ínidice y los pulgares de cada mano, formando un triángulo con ellos.

5.- A continuación, sin desarmarel triangulo que has formado con los dedos, ubica los pulgares sobre tu cuerpo a unos 5 cm. por debajo de tu ombligo y luego apoya las manos sobre tu vientre. Ese espacio triangular que has formado y que descansa ahora sobre ti es aquel que señala el lugar donde, interiormente, se encuentra tu útero.

6.- Quédate allí. Observa como, al respirar, esta zona de tu cuerpo se mueve imperceptiblemente.

7.- Desarmando el triangulo, ubica tus manos sobre el espacio donde se encuentra tu útero. Busca hacer contacto con él sintiendo su presencia a través de ellas.

8.- Sé consciente que debajo de tu piel y tus tejidos se halla guarecido tu útero: tibio, rosado, pleno de vida.

9.- Reconócelo. Visualizalo. Siéntelo.

Bajo tus manos, resisitiendo a siglos de represión y anulación, se encuentra uno de los órganos más poderosos de las mujeres que esperaba ser recuperado por ti.

Parecía difícil encontrarlo pero ahora lo tienes allí y puedes a él cada vez que lo desees.

Es tu útero, te pertenece y tienes todo el derecho de regresar a su espacio creador para conectarte con su energía y su poder ancestral, una y otra vez siempre que lo sientas necesario.

10.- Para finalizar, abre los ojos lentamente con la certeza y la alegría de que has recuperado una parte trascendente y vital de tu ser femenino: tu útero, ese espacio sagrado.

Por Germana Martín



No hay comentarios:

Publicar un comentario